Numen
Ella
iba de la mano,
confiando
en la belleza
y
observando el mundo
sin
malicia.
Ella
iba anteponiendo
la
luz y la sombra,
el
día y la noche,
la
verdad y la mentira.
Ella
recortaba las tinieblas
de
un alma tenebrosa
y
condenaba a los inmortales
a
vivir, en un desierto de infamias.
Era
el extremo,
el
espejo de los desolados
y
el líder de los soñadores;
era
el ámbar,
brillando
en la penumbra,
era
el vuelo de los artistas,
la
flama de los poetas
y
la nota que los músicos perdían.
En
un tiempo de inspiración
se
inflamaba con las velas
que
en el viento buscaban libres,
los
moradores, de un frágil paraíso.
Pero
el sendero se bifurcó,
y
perdí su rastro,
me
cuesta hallarlo
en
las palabras que temo,
como
el apocalíptico
silencio,
que sondeo
en
mi amnesia literal,
sin liberar a los muertos
del ingrato recuerdo.
Pintura: Técnica Mixta "Musa Alada"
Editorial "Pasión de Escritores"
ISBN: 978-987-1872-03-9.